• Mecanismo y acción: La hidroclorotiazida es un diurético tiazidico que favorece la eliminación de sodio, cloruro y agua. Su mecanismo de acción no esta bien determinado pero parece secretarse activamente al lumen de la nefrona desde donde bloquea los sistemas de transporte iónicos a nivel de los túbulos contorneados distales (TCD). El incremento de la carga osmótica del filtrado ocasiona la liberación de más agua. La hidroclorotiazida se engloba dentro del grupo de los diureticos de bajo techo, eliminando unos volúmenes de agua y de sodio mucho menores que los diuréticos del as, ya que actaúa un nivel al que llegan muchos menos electrolítos como consecuencia de la reabsorción en el asa de Henle, aunque mayores que los diuréticos ahorradores de potasio. La hidroclorotiazida favorece la eliminación del 5-10% del sodio total filtrado. Los diuréticos de bajo techo favorecen también la eliminación de potasio (debido probablemente a un fenómeno secretor intensificado por el aumento de concentración de sodio y el mayor volumen filtrado) magnesio y bicarbonato, aunque no suelen dar lugar a modificaciones del pH urinario. No obstante, si se han descrito casos de alcalosis metabólica hipopotasémicao hipoclorémica. A corto plazo produce una reducción de la volemia, pero a la larga se activa el sistema
  • Efecto farmacológico: Diurético y Antihipertensivo
  • Indicaciones terapéuticas:
    • Hipertensión arterial. Tratamiento de la hipertensión arterial, tanto sola como combinada con otros fármacos como beta-bloqueantes, vasodilatadores, antagonistas de calcio, IECA o ARAII.
    • Edema. Tratamiento de los edemas debido a la insuficiencia cardiáca, insuficiencia renal, o insuficiencia hepática leve a moderada, así como edemas premenstruales o idiopácitos. En el caso de los edemas premenstruales, se limitará el tratamiento de aquellas mujeres que aumenten 1,4 kilos por menstruación.
    • Diabetes insípida nefrógena. Tratamiento de la diabetes insípida cuando no esté indicado el uso de hormona antidiurética.
    • Hipercalciuria idiopática. Prevención de concreciones calcáreas en orina.
  • Contraindicaciones:
    • Alergia a tiazidas o hipersensibilidad a cualquier otro componente del medicamento. Debido a su similitud química con las sulfonilureasy las sulfamidas, se recomienda evitar la utilización de hidroclorotiazida en pacientes con alergias a sulfonilureas o alergias a sulfamidas, ante el riesgo de reacciones de hipersensibilidad cruzada.
    • Desequilibrio electrolítico grave y no corregido, como caso de hipovolemia, deshidratación, hipopofasemia, hipomagnesemia o hiponatremia grave.La hidroclorotiazida aumenta la eliminación de agua y electrolitos por lo que podría agravar aún más estos cuadros. Antes de iniciar un tratamiento con un diurético, debe normalizarse el equilibrio hidroelectrolitico.
    • Insuficiencia renal grave ( Clcr <30 ml/minuto). No se ha evaluado la seguridad y la eficacia en estos pacientes, por lo que se recomienda evitar su utilización. De igual manera, los pacientes con anuria no suelen responder a la hidroclorotiazida, por lo que se recomienda evitar su utilización.
    • Encefalopatía hepática asociado a cirrosis hepática. La utilización de diuréticos en estos pacientes podría empeorar la encefalopatía hepática como consecuencia del desequilibrio hidroelectrolitico.
    • Porfiria. Existen datos contradictorios acerca de la seguridad hidroclorotiazida en pacientes con porfiria, probablemente como consecuencia de la propia susceptibilidad del paciente y del efecto variable del fármaco sobre la ALA – sintetasa. Debido al grave riesgo para la vida del paciente, se recomienda evitar la utilización de hidroclorotiazida en estos pacientes.
  • Interacción con otros medicamentos o alimentos:
    • Alcohol: se puede potenciar la hipotensión ortostática.
    • Amantidina: posible potenciación de la toxicidad de la amantidina, por disminución de su secreción tubular.
    • Analgésicos narcóticos: se puede potenciar la hipotensión ortostática.
    • Antidiabéticos: posible reducción del efecto hipoglucemiante con riesgo de hipoglucemia. No suele tener gran importancia clínica. Sin embargo, si se emplean dosis elevadas de diurético, o el cuadro diabético es de cierta intensidad, monitorizar de forma estrecha la glucemia; considerar la necesidad de aumentar la dosis de antidiabético. En algunos casos los efectos han tardado algunos meses en aparecer.
    • Anfotericina B: hidroclorotiazida puede intensificar la alteración electrolítica, especialmente la hipopotasemia. Monitorizar los niveles de potasio y la función cardiaca, añadiendo si fuera necesario suplementos de potasio.
    • Anticolinérgicos ( atropina, biperideno): la biodisponibilidad de los diuréticos tiazídicos puede aumentar con los agentes anticolinérgicos, debido a una disminución de la motilidad gastrointestinal y de la velocidad de vaciado del estómago.
    • Antidepresivos: se puede potenciar la hipotensión ortostática.
    • Antigotosos ( probenecid, sulfinpirazona y alopurinol): puede ser necesario un ajuste posológico de la medicación uricosúrica ya que hidroclorotiazida puede elevar el ácido úrico sérico. Puede ser necesario aumentar la dosis de probenecid o sulfinpirazona. La administración concomitante de hidroclorotiazida puede aumentar la incidencia de reacciones de hipersensibilidad a alopuriol.
    • Antinflamatorios no esteroideos (indometacina): la inhibición de la síntesis renal de prostaglandinas producida por los AINE puede reducir los efectos diuréticos, natriuréticos y antihipetensivos de hidroclorotiazida. También puede aumentar el riesgo de una insuficiencia renal, al reducirse el flujo sanguíneo renal. Se recomienda una cuidadosa vigilancia de estos enfermos para comprobar cualquier cambio de la efectividad del tratamiento diurético o cualquier sintoma de deterioro renal y en caso necesario hidratar al paciente.
    • Antihipertensivos: el uso concomitante produce un efecto aditivo, aumentando el efecto hipotensor.
    • Baclofeno: aumento del efecto antihipertensivo. Vigilar la presión arterial y la función renal; adaptar la posología del antihipertensivo.
    • Betabloqueantes: hay estudios en los que se ha registrado posible potenciación de su toxicidad al adicionarse sus efectos hiperglucemiantes.
    • Carbamazepina: hay un estudio en el que se ha registrado posible potenciación de la toxicidad de ambos, con presencia de hiponatremia. Controlar el nivel de electrolitos y si es posible, se debe de administrar otra clase de diurético.
    • Barbitúricos: se puede potenciar la hipotensión ortostática.
    • Carbenoxolona: hidroclorotiazida puede intensificar la alteración electrolitica, especialmente la hipopotasemia. Monitorizar los niveles de potasio y la función cardíaca, añadiendo si fuera necesario suplementos de potasio.
    • Ciclosporina: posible incremento del riesgo de hiperuricemia y de complicaciones de tipo gotoso, así como hipokalemia. También es posible un aumento del riesgo de neurotoxicidad e hipermagnesemia
    • Citotóxicos (ciclofosfamida, metotrexato): las fiazidas pueden reducir la excreción renal de medicamentos citotóxicos y potencia sus efectos mielosupresores.
    • Contrastes yodados: en caso de deshidratación incluida por diuréticos, hay un mayor riesgo de insuficiencia renal aguda, especialmente con dosis altas de productos con yodo. Se debe rehidratar a los pacientes antes de la administración.
    • Corticosteroides: hidroclorotiazida puede intensificarla alteración electrolítica, especialmente la hipopotasemia. Monitorizar los niveles de potasio y la función cardíaca, añadiendo si fuera necesario suplementos de potasio.
    • Curares (tubocurarina): hidroclorotiazida puede potenciar la acción de los relajantes musculares no desporalizantes.
    • Digitálicos (digoxina): hay estudios con otras tiazidas en las que se ha registrado posible potenciación de la toxicidad del digitálico debido a la eliminación de potasio causado por el diurético, conriesgo de aparición de arritmias. Monitorizar los electrolitos y corregir cualquier desequilibrio cuando se inicie el tratamiento con digoxina.
    • Dazóxido: posible incremento del efecto hiperglucémico.
    • Fenotiazinas: las tiazidas pueden incrementar los efectos fotosensibilizantes de las tenotiazinas.
    • Griseofulvina: las tiazidas pueden incrementar los efectos fotosensivilizantes de griseofulvina.
    • Inhibidores de la angiotensina convertasa (captopril, enalapril): posible potenciación de toxicidad con presencia de hipokalemia.
    • Laxantes estimulantes: hidroclorotiazida puede intensificar la alteración electrolitica especialmente la hipopotasemia. Monitorizar los niveles de potasio y la función cardíaca, añadiendo si fuera necesario suplementos de potasio.
    • Metildopa: se han notificado casos aislados de anemia hemolítica pacientes que recibieron concomitante con hidroclorotiazida y metildopa.
    • Orlistat: posible aparición de crisis hipertensivas. Se recomienda guardar precaución si se asocian, realizando controles de la presión arterial.
    • Prolongadores del intervalo QT (antiarritmicos (amiodarona, disopiramida, procainamida, sotalol), antipsicóticos (clorpromacina, haloperidol) cloroquina, domperidona, macrólidos, metadona, pentadimina, terfenadina). Puesto que hidroclorietazida puede dar lugar a hipopotasemia que, a su vez, puede potenciar la aparición de torsade de pointes, es necesario emplear con precaución,revisando periódicamente la funcionalidad cardíaca y el ECG, eliminando otros factores de riesgo, y en especial, corregir la hipopotasemia que pudiera existir.
    • Propantelina: posible incremento de la absorción del diurético.
    • Resinas de intercambio iónico (colestiramina, colestipol): posible inhibición del efecto diurético debido a una reducción de su absorción oral. Se recomienda administrar las tiazidas al menos 4 h antes de colestiramida. Lo mismo ocurre con colestipol, aunque en menor grado, por lo que se recomienda administrar las tiazidas al menos 2 h antes.
    • Retinoides: las tiazidas pueden incrementar los efectos fotosensibilizantes de los retinoides.
    • Sales de calcio: posible aparición de hipercalcemia, por adicción de sus efectos sobre los niveles de calcio. Existen evidencias clínicas con carbonato de calcio.
    • Sales de litio (carbonato de litio): posible potenciación de la acción y/o toxicidad del litio, por acumulación orgánica. Aunque a veces se utilizan los diuréticos para contrarrestar la poliurina que ocasiona el litio, se debe monitorizar los niveles plasmáticos del mismo y reajustar las dosis (reducir dosis de litio al 50%) cuando se combina con el diurético.
    • Salicilatos: hidroclorotiazida puede potenciar el efecto tóxico de los salicilatos ( dosis altas ) sobre el sistema nervioso central. También puede producir hipopotasemia.
    • Sulfonamidas: las tiazidas pueden incrementar los efectos fotosensibilizantes de las sulfonamidas.
    • Sulfonilureas: las tiazidas pueden aumentar los efectos fotosensibilizantesde las sulfonilunares.
    • Tetraciclinas: aumento del riesgo del elevación de la urea incluida por tetraciclinas. Probablemente esta interacción no sea aplicable a doxiciclina. Adicionalmente, las tiazidas pueden incrementar los efectos fotosensibilizantes delas tetraciclinas.
    • Terapia fotodinámica: las tiazidas pueden incrementas los efectos fotosensibilantes de la terapia fotodinámica.
    • Topiramato: posible incremento de los niveles plasmáticos de topiramato, podrían requerir un ajuste posológico.
    • Trimetroprim: hay algún estudio en el que se ha registrado posible potenciación de la toxicidad por excesiva eliminación de sodio motivada por ambos principios activos.
  • Precauciones y uso en situaciones especiales:
    • Precauciones:
    • Insuficiencia renal. Las tiazidas reducen la tasa de filtración glomerular, pudiendo aumentar la azotemia, aunque se desconoce si se debe a un efecto directo sobre la musculatura lisa vascular renal, o por un efecto indirecto como consecuencia de la menor volemia. Por lo tanto, los pacientes con insuficiencia renal suelen mostrarse resistentes al tratamiento con diuréticos tiazidicos, por lo que se recomienda evaluar periódicamente la efectividad del tratamiento. Se aconseja no utilizar en pacientes con insuficiencia renal grave, con niveles de creatinina sérica superior a 2,5 mg / dl, o en caso de agravamiento de la funcionalidadrenal.
    • Insuficiencia hepática. En pacientes con insuficiencia hepática, y especialmente en caso de cirrosis hepática alcohólica, los diuréticos pueden desencadenar más fácilmente una encefalalopatia hepática y coma hepático como consecuencia de la hipopotesemia. De igual manera, es más común la aparición de arritmias cardíacas como motivo de la posible hipomagnesemia. Se recomienda extremar las precauciones en estos pacientes, iniciando el tratamiento preferiblemente en el hospital con dosis bajas y monitorización frecuente de los niveles de potasio. Si fuera necesario, se procederá a la administración de suplementos de potasio, diuréticos ahorradores y/o antagonistas de aldosterona. Es recomendable evitar su utilización en situaciones graves ( Véase contraindicaciones ).
    • Diabetes. Aunque hay datos contradictorios al respecto, la hidroclorotiazida parece incrementar ligeramente los niveles de glucosa, quizás al reducir la liberación de insulina como consecuencia de la hipopotasemia. Se recomienda monitorizar periódicamente la glucemia. En caso de padecer hipoglucemia, podría ser suficiente con normalizar los niveles de potasio, aunque en ciertos pacientes se ha requerido un reajuste posológico de antidiabéticos.
    • Hiperuricemia e historial de gota. Los diuréticos tiazidicos y afines suelen a fines suelen producir aumentos asintomáticos de ácido úrico y en casos especiales podrían precipitar un ataque agudo de gota, especialmente en tratamientos prolongados y a altas dosis. Las mujeres ancianas se muestran más susceptibles de padecer tofos gotosos Se recomienda controlar periódicamente los niveles de ácido úrico.
    • Disilpemia. La hidroclorotiazida parece incrementar ligera y transitoriamente los niveles de colesterol total y triglicéridos . Aunque debido a su efecto transitorio, no parece ser transitorio en todos los pacientes, se recomienda precaución aquellos con hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia grave, recomendándose una monitorización periódica de los niveles lipidicos. Parece que la asociación entre un diurético tiazidico o sulfamidico junto con un beta- bloqueantepodría reducir el riesgo de hipercolesterolemia.
    • Hipovolemia y depleción de electrolitos. Los diuréticos tiazidicos pueden dar lugar hipovolemia sintomática, alcalosis hipoclorémica y disminución de los niveles de electrolitos, especialmente de sodio, potasio, y cloruro, y en menor medida de magnesio. Por su parte se oponen a la eliminación renal de calcio, por lo que podrían producir hipercalcemia transitoria. La hipopotasemia constituye un factor de riesgo importante en pacientes con cardiopatias y puede incrementar la toxicidad de los digitálicos. Esta hipopotasemia es más frecuente en pacientes con cirrosis hepática, diuresis intensa, dietas pobres en potasio o tratados con corticoides sistémicos o análogos de ACTH. La hipocloremia no suele ser grave y sólo requiere tratamiento en determinados pacientes como en caso de insuficiencia renal o hepática. No debe nunca iniciarse un tratamiento con hidroclorotiazida sin antes normalizar el posible desequilibrio hidroelectrolitico que presenta el paciente (Véase en Contraindicaciones). De igual manera se recomienda controlar periódicamente los niveles de electrolitos, especialmente si el paciente refiere sed intensa, sequedad de boca, anorexia, debilidad , letargia, somnolencia, agitación, dolores o calambres musculares, miastemia, tetania, hipotensión, oliguria, taquicardia, nauseas y vómitos. En el caso de que se produjese un desequilibrio, se recomienda suspender el diurético temporalmente, hasta corregir dicha alteración, y reinstaurar de nuevo el tratamiento utilizando una dosis menor. El riesgo de hipopotasemia se puede reducir empleando dosis bajas de hidroclorotiazida, siguiendo, siguiendo una dieta pobre en sodio y rica en potasio, o asociándola a un ahorrador de potasio, un IECA o un ARAII.
    • Hipotensión. Los diuréticos pueden dar lugar en ocasiones a fenómenos de hipotensión, sobre todo en personas mayores y en aquellas con cuadros que predispongan hacia la depleción hidrosalina, como pacientes vómitos o diarrea intensa. La hipotensión podría aparecer la aparición de shock cardiovascular y precipitar la aparición de un infarto agudo de miocardio o de una vasculopatía celebral, por lo que se aconseja extremar las precauciones y evitar situaciones de hipotensión, especialmente en pacientes con insuficiencia coronaria o isquemia celebral. Se recomienda usar la dosis minima de hidroclorotiazida que consiga controlar la enfermedad, y evaluar periódicamente la presión arterial.
    • Hiperparatiroidismo. Los diuréticos tiazidicos y similares interfieren con la eliminación renal del calcio, aumentando en ocasiones sus niveles plasmáticos . Se puede producir un enmascaramiento de los síntomas del hiperparatiródismo, por lo que se recomienda suspender la administración de hidroclorotiazida antes de proceder a realizar pruebas para determinar la funcionalidad de las glándulas paratiroides.
    • Lupus eritematoso. Se han descrito casos de exacerbación de los síntomas del lupus eritematoso sistémico, por lo que se recomienda evaluar cuidadosamente su utilización en estos pacientes.
    • Reacciones de fotosensibilidad. La hidroclorotiazida se ha asociado en ocasiones con la aparición de fenómenos de fotosensibilidad, con una incidencia de hasta el 20% de los pacientes que recibieron baños de rayos UVA. Se recomienda evitar la exposición solar directa o los baños de rayos UVA mientras se utiliza la hidroclorotiazida, protegiendo la piel con ropa adecuada o filtros solares.
    • Advertencias:
    • Los tratamientos con diuréticos deben iniciarse con dosis menores, ajustando posteriormente la posología a las necesidades del paciente.
    • Si un paciente hipertenso no responde a 25-50 mg /24 h, sería recomendable combinar con otro antihipertensivo.
    • No se debe iniciar un tratamiento con hidroclorotiazida hasta haber corregido el posible desequilibrio electrolitico del paciente.
    • Es aconsejable controlar periódicamente la funcionalidad renal y el nitrógeno ureico, así como monitorizar los niveles de glucosa, lipidos plasmáticos, ácido úrico y electrolitos ( especialmente de potasio ).
    • En pacientes en los que se tenga que evaluar la función paratiroidea, se recomienda suspender varios días antes la administración de hidroclorotiazidas.
    • Se recomienda controlar periódicamente la presión arterial, y vigilar la eficacia del tratamiento especialmente en pacientes con insuficiencia renal.
    • Los efectos de la hidroclorotiazida sobre la presión arterial pueden llegar a ser muy mantenidos y prolongarse hasta por una semana después de abandonar el tratamiento.
    • Situaciones especiales:
    • Embarazo: Categoría B de la FDA. La hidroclorotiazida atraviesa la placenta, obteniéndose una relación de concentraciones entre el cordón y plasma materno de 0,10-0,85 tras administrar 50 mg/24 horas durante dos semanas. Existen datos muy limitados sobre sus efectos durante el primer trimestre, pero su utilización durante el segundo y tercer trimestre no dio lugar a efectos adversos significativos para el feto. No obstante, la utilización de diuréticos tiazídicos durante el embarazo podría , dar lugar a desequilibrio hidroelectrolítico, hiperglucemia, o hiperuricemia, que podrían producir daño fetal. De igual manera los diuréticos tiazídicos podrían reducir el flujo sanguíneo placentario como consecuencia de la disminución de la volemia., lo que sería de especial gravedad en aquellas mujeres con riesgo placentario disminuido (preeclampsia, hemoconcentración). No se dispone de estudios adecuados y bien controlados en humanos. Se recomienda evitar la utilización de la hidroclorotiazida durante el embarazo salvo cuando, no existiendo altenativas terapéuticas más seguras, los beneficios superen los posibles riesgos. En caso de ser utilizada, se recomienda controlar al niño en los primeros días de vida ya que se han descrito casos puntuales de trombocitoperia en neo natos de madres que recibieron hidroclorotiazida a término, dos de los cuales fueron mortales.
    • Lactancia:La hidroclorotiazida se excreta con la leche materna alcanzándose concentraciones plasmáticas menores de 150 ng/ ml tras administras dosis de 50 mg/ 24 horas. Se desconoce los posibles efectos secundarios para el lactante, si bien hasta la fecha no se ha comunicado ninguno y la calidad administrada, que se estima en 0,05 mg/24 horas, es despreciable. Por otra parte, los diuréticos tiazídos podrían suprimir la lactancia aunque sólo se ha comprobado para la bendroflumetiazida. Se recomienda evitar la administración de hidroclorotiazida o suspender la lactancia materna. No obstante, la Academia Americana de Pediatría considera a la hidroclorotiazida compatible con la lactancia ya que sus concentraciones en leche parecen ser demasiado pequeñas como para esperar un efecto farmacológico intenso.
    • Niños: No se ha evaluado la la seguridad y eficacia de la hidroclorotiazida, en niños y adolescentes menores de 18 años, aunque en ocasiones se ha utilizado con un perfil de seguridad similar al de adultos, ajustando cuidadosamente la dosis. (Véase posologia y forma de administración).
    • Ancianos: Los ancianos son especialmente subceptibles a las reacciones adversas de los diuréticos, especialmente a la predisposición al desequilibrio hidroelectrolítico,y a la hipotensión. Se recomienda prestar las recomendaciones en estos pacientes comenzando con las dosis mínimas posibles. (Véase Posologia y Forma de Administración) y no emplearlos durante largos periodos de tiempo.
    • Efectos sobre la conducción: La hidroclorotiazida puede producir caídas bruscas de presión arterial con el consiguiente mareo y riesgo de sincope. Los pacientes deberán de evitar manejar maquinaria peligrosa, incluyendo automóviles, hasta que tenga la certeza razonable de que el tratamiento farmacológico no les afecte de forma adversa.
  • Efectos secundarios y reacciones adversas:
    • En general, los diurétiucos tiazidicos suelen ser bien tolerados cuando se emplean a dosis bajas.Las reacciones adversas más comunes suelen ser trastornos hidroelectroliticos, asociados a la pérdida de electrolitos y metabólitos. Estas reacciones adversas suelen ser dosis dependientes. Se han descrito las siguientes reacciones adversas.
    • Digestivas: Náuseas, vómitos, calambres addominales, anoréxia, diarrea, estreñimiento, flatulencia, gastritis y sialadenosis. También casospuntuales de pancreatitis.
    • Hepáticas: Raramente hepatitis e ictericia colestática.
    • Cardiovasculares: Se han comunicado casos de hipotensión e hipotensión ortostática, especialmente en ancianos al emplear dosis altas o asociar con otros antihipertensivos, que disminuyen a lo largo del tratamiento. Más raramente, asociada a los desequilibrios electroliticos casos de arritmia cardíaca, especialmente a dosis de 50-200 mg /24 horas. Hay una comunicación de miocarditis de origen alérgico.
    • Neurológicas/psicológicas: Se han comunicado casos de mareo, cefaleas, vértigo, parestesia e insomnio.
    • Respiratorias. Edema pulmonar muy raro que suele aparecer a las 0,5-1 horas con pneomonitis, espasmo bronquial, disnea y silbilancias.
    • Geuroterinamias: CISTITIS y daño renal con nefritis intersticial y/o insuficiencia renal. También reducción de la libido e impotencia sexual.
    • Alérgias/dermatologícas: Se ha descrito alopecia y reacciones de sensibilidad con purito, urticaria erupciones exantematicas, dermatitis exfoliativa. En ocasiones anafilaxia, lupus eritematoso y reacciones de fotosensibilidad ( en el 20% de los pacientesque recibieron rayos UVA)con hiperqueratosis yatrofia cutánea. Se ha descrito un caso de vacúfitis exfolativa necrotizante en las piernas. En ocasiones puntuales han aparecido alérgicas potencialmente fatales como sindrome de Stevens-Johnson o eritema multiforme.
    • Osteomusculares: Mialgia y miastenia, normalmente por la hipomagnesemia.
    • Oculares: Visión borrosa y sequedad de ojos.
    • Hematológicas: Muy raramente se han descrito anemia( incluyendo casos de anemia hemolitica y anemia aplásica) leucospenia, agranulocitosis y trombopenia. Estas reacciones adversas fueron normalmente de naturaleza alérgica.
    • Hidroelectrolíticas: Se han descrito casos comunes de hipopotasemia (15-50%), hiponatremia leve, hipomagnesemia, hipofosfatemia e hipocloremia, con alcalosis metabólica hipoclorémia. Normalmente aparecieron en las dos primeras semanas de tratamiento, especialmente en mujeres y pacientes con insuficiencia renal, aunque fue grave en muy raras ocasiones. También incremento de los valores de nitrogeno ureico y casos de hipercalcemia transitoria y asintomática, que se normaliza en 2-4 semanas a pesar de continuar el tratamiento. Se ha descrito un caso síndrome de secreción inadecuada de ADH.
    • Metabólicos: Hiperglucemia moderada, hiperuricemia especialmente en tratamientos prolongados, asintomática aunque las mujeres ancianas muestran mayor predisposición al tofo gotoso, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia.
  • Condiciones especiales de conservación:

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    • Mantener el medicamento en un lugar fresco.
  • Nombre comercial:
    • Esidrex
      • 25mg 20 compr, R, TLDhidroclorotiazida-tr.jpg
    • Hidroclorotiazida EFG
      • 50 mg 20 compr, R, TLD
    • Hidrosaluretil
      • 50 mg 20 compr, R, TLD

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  • Condiciones de dispensación: Con receta medica