• Mecanismo de acción: La furosemida inhibe el cotransporte de sodio, potasio y cloruro, y en menor medida de calcio y magnesio, en la rama ascendente del asa de Henle, impidiendo la reabsorción de dichos electrolitos parecen tener efecto también sobre los túbulos contorneado proximal y distal. El aumento de la osmolaridad de filtrado glomerular da lugar a una liberación de gran volumen de agua al pasar por los túbulos contorneado distal y colector. La furosemida se comporta como un diurético potente de alto techo, eliminando grandes volúmenes de orina y favoreciendo la excreción de hasta el 35% de sodio filtrado. Sus efectos son rápidos y de corta duración.
    La furosemida, al igual que otros diuréticos del asa, parece actuar desde el interior de los túbulos de la neforna, por lo que su actividad guarda más relación con el grado de excreción renal que con las concentraciones plasmáticas.
    La furosemida muestra una actividad antihipertensiva debido a la reducción de la volemia y al aumento de la eliminación de sodio, y probablemente también por un efecto vasodilatador, aunque se desconoce cómo produce la relajación de la fibra lisa vascular.se ha observado que reduce la capacidad de respuesta de la fibra lisa vascular a estímulos vasoconstrictores.
    En pacientes con insuficiencia cardíaca, La furosemida parece reducir la precarga por vasodilatación venosa, a través de un mecanismo que podría ir mediado por prostaglandinas.
  • Efecto farmacológico: Diurético.
  • Indicaciones terapéuticas:
    • Edema. Tratamiento de los edemas asociados a insuficiencia cardiaca, cirrosis hepática (ascitis) o enfermedad renal, incluyendo insuficiencia renal o síndrome nefrótico.
    • Edemas producidos por quemaduras.
    • Hipertensión arterial. Tratamiento de la hipertensión arterial leve a moderada, bien sola o asociada a otros tratamientos.
    • Crisis hipertensivas .Tratamiento coadyuvante de las crisis hipertensivas.
    • Edema pulmonar. Tratamiento del edema de pulmón, asociado a otras medidas terapéuticas.
    • Edema cerebral. Tratamiento coadyuvante del edema cerebral.
    • Oliguria derivada de complicaciones del embarazo (gestosis) tras compensación de la volemia.
    • Intoxicaciones. Mantenimiento de la diuresis forzada, con el objetivo de eliminar la sustancia que ha producido la intoxicación, siempre y cuando ésta se elimine con la orina.
    • Las formas parenterales se reservarán para aquellos pacientes en los que no se pueda administrar por vía oral o en los que se precise un efecto diurético rápido. Los pacientes serán tratados por vía oral tan pronto como sea posible.
  • Contraindicaciones:
    • Alergia a sulfamidas o hipersensibilidad a cualquier otro componente del medicamento. Debido a su similitud química con las sulfonilureas y las tiazidas, se recomienda evitar la utilización de furosemida en pacientes con alergia a tiazidas, ante el riesgo de reacciones de hipersensibilidad cruzada.
    • Desequilibrio electrolítico grave y no corregido, como en caso de hipovolemia, deshidratación, hipopotasemia, hipomagnesemia o hiponatremia grave. La furosemida aumenta la eliminación de agua y de electrolitos, por lo que podía agravar aún más estos cuadros. Antes de iniciar un tratamiento con un diurético, debe normalizarse el equilibrio hidroelectrolítico.
    • Encefalopatía hepática asociado a cirrosis hepática. La utilización de diuréticos en estos pacientes podría empeorar la encefalopatía hepática como consecuencia del desequilibrio hidroelectrolítico.
    • Porfiria, la furosemida se ha asociado con la presencia de crisis agudas de porfiria, por lo que no se considera segura en estos pacientes.
    • Anuria. Los pacientes con insuficiencia renal y anuria no suelen responder a la furosemida, por lo que se recomienda evitar su utilización.
  • Interacción con otros medicamentos o alimentos:
    • AINE. Algunos AINE como la indometacina podrían reducir el efecto diuréticos y antihipertensivos, debido probablemente a la inhibición hidrosalina y a cambios en la resistencia vascular producidos por la inhibición de la síntesis de prostaglandinas A y E. Esta interacción no se ha podido comprobar con otros como el metamizol o ketoprofeno, aunque no se puede descartar. Se recomienda evitar la asociación de diuréticos con indometacina, y controlar periódicamente la presión arterial en pacientes que reciban otro AINE.
      Por otra parte, el empleo simultáneo de un AINE y un diurético puede aumentar el riesgo de insuficiencia renal asociado al AINE, especialmente en pacientes deshidratados y con hipovolemia.
    • Aliskiren. Los niveles de furosemida parecen disminuir cuando se administra junto a aliskiren. Usar con precaución, monitorizando la posible disminución de los efectos diuréticos.
    • Aminoglucósidos. Existe un mayor riesgo de ototoxicidad y nefrotoxicidad, especialmente en pacientes con insuficiencia renal o tratados con furosemida parental. Ante el riesgo de ototoxicidad irreversible, se recomienda evitar su asociación. En caso de que esto no fuera posible, se deben utilizar bajo riguroso control médico, controlando los niveles plasmáticos del aminoglucósido, y vigilando al paciente por si apareciesen síntomas de ototoxicidad (vértigo, tinnitus, pérdida de agudeza acústica) o nefrotoxicidad (oliguria, incremento de los niveles de creatina plasmática).
    • Anticoagulantes orales. Posible inhibición del efecto anticoagulante. Podía ser necesario monitorizar la respuesta del anticoagulante.
    • Antihipertensivos. A pesar de que los diuréticos se han asociado con éxito para el tratamiento de la hipertensión con otros antihipertensivos como IECA, beta -bloqueantes o antagonistas del calcio, se puede potenciar el riesgo de hipertensión. Puede ser necesario suspender el tratamiento algunos días antes de iniciar el tratamiento con otro antihipertensivos.
    • Bezafibrato. Se ha descrito un caso en el que apareció un cuadro caracterizado por rabdomiolisis e insuficiencia renal.
    • Bloqueantes neuromusculares. La furosemida podría aumentar o disminuir los efectos de los bloqueantes, en función de la dosis. Además, los bloqueantes neuromusculares podrían aumentar el riesgo de ototoxicidad.
    • Carbón activo. El carbón activo reduce drásticamente la absorción de furosemida (>99%). se recomienda distanciar las tomas.
    • Cefalosporinas (cefaloridina). La furosemida podría incrementar la nefrotoxicidad de cefaloridina, y más raramente, de cefalotina o cefacetrilo.se aconseja usar las cefalosporinas menos nefrotóxicas, como ceftriaxona, administrando la furosemida 3-4 horas antes, y vigilar la funcionalidad renal.
    • Cisplatino. Aunque en ocasiones se ha empleado la furosemida para prevenir la nefrotoxicidad inducida por cisplatino, existe riesgo de potenciar la nefrotoxicidad y la ototoxicidad. Se recomienda reservar la diuresis forzada con furosemida para pacientes que reciban dosis de cisplatino superiores a 60mg/m2 y cuya secreción de orina sea inferior a 1000ml/24horas.
    • Digoxina. La hipopotasemia (<3,5mEg/l) reducir la dosis de furosemida, administrar suplementos del potasio o asociar un diuréticos ahorrador de potasio o un IECA.
    • Diuréticos tiazídicos. Riesgo de desequilibrio hidroelectrolítico por sinergismo.
    • Fármacos hipokalemiantes. Existe mayor riesgo de hipopotasemia, por lo que se recomienda controlar los niveles de potasio y si fuera necesario proceder a administrar un suplemento de potasio o un diurético ahorrador.
    • Fenitoína. Existen casos clínicos de reducción de la actividad diurética de la furosemida.
    • Fenotiazinas. Las fenotiazinas podrían incrementar el riesgo de hipotensión ortostática, al asociarlas a fármacos antihipertensivos como los diuréticos. Se recomienda vigilar el paciente y controlar periódicamente la presión arterial, especialmente al inicio del tratamiento.
    • Ginseng. Posible disminución del efecto farmacológico de la furosemida.
    • Litio. Se han descrito algunos casos de intoxicación por litio en pacientes tratados con furosemida cuando el paciente tenía otros factores de riesgo como dietas hiposódicas. Se recomienda evitar la asociación y si no fuera posible, monitorizar periódicamente los niveles del litio.
    • Pemetrexed. La furosemida podría reducir la eliminación del pemetrexed.
    • Prolongadores del intervalo QT (adenosina, antagonistas5-HT3,antiarritmicos de clase la y lll, antidepresivos a altas dosis, ciertos antihistamínicos H1, antipalúdicos,trióxido de arsénico, formoterol, contrastes de adolinio, ivabradina, levacetilmetadol, levosimendan, macrólidos, neurolépticos, pentamidina, algunas fluoroquinolonas, dasatinib, sunitinib, suxametonio, tacrolimus, vardenafilo). La hipopotasemia inducida por diuréticos del asa podría incrementar el riesgo de prolongación del intervalo QT y la aparición de arritmias cardiacas ventriculares graves como la Torsade de Pointes. Se aconseja extremar las precauciones en estos pacientes, controlando la kalemia y corrigiéndola en caso de hipopotasemia.
    • Propranolol. La furosemida podría aumentar los niveles de propanolol y potenciar la actividad betabloqueante.
    • Resinas de intercambio iónico. La colestiramina y el colestipol reducen significativamente la absorción intestinal de furosemida. Se recomienda distanciar las tomas.
    • sulfonilureas. La furosemida podría disminuir el efecto antidiabético de las sulfonilureas, aunque en menor medida que los diuréticos tiazídicos. Se recomienda controlar los niveles de glucosa, y si fuera necesario, proceder a un reajuste posológico.
    • Vancomicina. La furosemida podría favorecer la eliminación renal de la vancomicina, reduciendo su semivida y disminuyendo sus efectos. Además ambos fármacos son ototóxicos.
    • Alimentos. Los alimentos parecen reducir la cantidad de furosemida absorbida y la velocidad de absorción, aunque los efectos parecen no verse afectados. No obstante, se recomienda administrarla antes del desayuno.
  • Precauciones y uso en situaciones especiales:
    • Precauciones:
    • insuficiencia renal. Los pacientes con insuficiencia renal suelen presentar alteraciones hidroelectrolíticos y del equilibrio ácido-básico, que podrían ser agravadas por los diuréticos.se recomienda por lo tanto normalizar estos desequilibrios antes de iniciar un tratamiento con furosemida.
    • En estos pacientes es más normal que aparezcan reacciones adversas como hipertensión, encefalopatía hepática ototoxicidad, por lo que se recomienda ajustar cuidadosamente la dosis. Por otra parte, estos pacientes podrían requerir mayores dosis para alcanzar los objetivos terapéuticos .Es aconsejable monitorizar periódicamente la funcionalidad renal, como los niveles de BUN y creatinina, suspendiendo el tratamiento n el caso de que se observase un aumento significativo de los mismos.
    • Insuficiencia hepática. En pacientes con insuficiencia hepática, y especialmente en caso de cirrosis hepática alcohólica, los diuréticos pueden desencadenar más fácilmente una encefalopatía hepática y coma hepático como consecuencia de la hipopotasemia. De igual manera, es más común la aparición de arritmias cardiacas con motivo de la posible hipomagnesemia. Se recomienda extremar la precaución en estos pacientes, iniciando el tratamiento el tratamiento preferiblemente en el hospital con dosis bajas monitorización frecuente de los niveles de potasio. Si fuera necesario, se procederá a la administración de suplementos de potasio, diuréticos ahorradores y antagonistas de aldosterona. Es recomendable evitar su utilización en situaciones graves.
    • Hipotensión. Los diuréticos pueden dar lugar en ocasiones a fenómenos de hipotensión, sobre todo en personas mayores y en aquellas con cuadros que predispongan hacia la depleción hidrosalina, como pacientes con vómitos o diarrea intensa. La hipotensión podría favorecer la aparición de shock cardiovascular y precipitar la aparición de un infarto agudo de miocardio o de una vasculopatía cerebral, por lo que se aconseja extremar las precauciones y evitar situaciones de hipotensión, especialmente en pacientes con insuficiencia coronaria o isquemia cerebral. Se recomienda utilizar la dosis mínima de furosemida que consigna controlar la enfermedad, y evaluar periódicamente la presión arterial.
    • Diabetes. La furosemida podría incrementar los niveles de glucemia, por lo que se recomienda evaluarlas periódicamente.
    • Dislipemia. Los diuréticos del asa se han asociado con incremento de los niveles de lípidos plasmáticos, lo que podría aumentar el riesgo cardiovascular. Estos aumentos parecen producirse al principio del tratamiento, son ligeros y suelen revertir con el tratamiento continuado. No obstante, se recomienda controlar periódicamente los niveles de colesterol y triglicéridos, sobre todo en pacientes con hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia.
    • Historial de gota. Se han descrito aumentos asintomáticos de los niveles de ácido úrico, y en ocasiones ataques agudos de gota. Se recomienda por lo tanto extremar las precauciones en estos pacientes y en aquellos con hiperuricemia.
    • Lupus eritematoso. Se han descrito exacerbaciones de los síntomas del lupus eritematoso sistémico.
    • Reacciones de fotosensibilidad. Se han descrito algunos casos de reacciones de fotosensibilidad con diuréticos del asa, por lo que se recomienda evitar la exposición directa a la luz del sol o a la ultravioleta sin protección adecuada (filtros solares, ropa) hasta comprobar la tolerabilidad del medicamento.
    • Hipoproteinemia. En pacientes con bajos niveles de proteínas, como en el caso de síndrome nefrótico, parece disminuir la eficacia de la furosemida, potenciándose de igual modo su ototoxicidad. Es aconsejable ajustar cuidadosamente la posología.
    • Hipertrofia prostática. En pacientes con obstrucción intensa de la uretra podría aparecer retención urinaria. Antes de iniciar el tratamiento con furosemida se debe asegurar que el flujo de orina no está impedido.
    • Hipovolemia y depleción de electrolitos. Los diuréticos del asa pueden dar lugar a hipovolemia sintomática, alcalosis hipoclorémica y disminución de los niveles de electrolitos, especialmente de sodio, potasio y cloruro, y en menor medida de calcio y magnesio. La hipopotasemia constituye un factor de riesgo importante en pacientes con cardiopatías, y puede incrementar la toxicidad de los digitálicos. Esta hipopotasemia es más frecuente en pacientes con cirrosis hepática, diuresis intensa, dietas pobres en potasio o tratados con corticoides sistémicos o análogos de ACTH.
    • No debe nunca iniciar tratamiento con furosemida sin antes normalizar el posible desequilibrio hidroelectrolíticos que presenta el paciente (véase contraindicaciones). De igual manera se recomienda controlar periódicamente los niveles de electrolitos y dióxido de carbono, especialmente si el paciente refiere sed intensa, sequedad de boca,anorexia, debilidad, letargia, somnolencia, agitación, dolores o calambres musculares, miastenia, tetania, hipotensión, oliguria, taquicardia, náuseas y vómitos. En el caso de que se produjese un desequilibrio, se recomienda suspender el diurético temporalmente, hasta corregir dicha alteración, y reinstaurar de nuevo el tratamiento utilizando una dosis menor. El riesgo de hipopotasemia se puede reducir empleando dosis bajas de furosemida, siguiendo una dieta pobre en sodio y rica en potasio, o asociándola a un ahorrador de potasio, un IECA o un ARAII.
    • Ototoxicidad. La utilización de furosemida se ha asociado en ocasiones con la aparición tinnitus, vértigo y/o sordera, normalmente reversible. La sordera suele durar 1-24 horas, aunque en ocasiones se han dado casos permanentes. Estos fenómenos de ototoxicidad han aparecido especialmente en pacientes tratados con muy altas dosis, insuficiencia renal, tratamiento conjunto con otros fármacos ototóxicos (aminoglucósidos, cisplatino, vancomicina) o administración parenteral rápida. Se recomienda vigilar al paciente y ante cualquier síntoma de ototoxicidad (pérdida de agudeza acústica, tinnitus, vértigo), suspender el tratamiento y evaluar al paciente.
    • Situaciones especiales:
    • Embarazo: categoria de la FDA .las únicas probables indicaciones para la furosemida durante el embarazo serían desórdenes cardiovasculares tales como edema pulmonar, hipertensión severa e insuficiencia cardíaca congestiva.
      La furosemida se ha usado para comprobar el funcionamiento renal fetal, aunque el uso rutinario de diuréticos durante el embarazo normal es inadecuado y puede conllevar riesgos innecesarios. Estos fármacos no evitan la aparición de toxemia gravídica y no son útiles en tratamiento de la toxemia. No obstante la furosemida se ha utilizado después del primer trimestre para el tratamiento de edema, hipertensión y toxemia sin causar daño fetal o el recién nacido.
      Se debe tener en cuenta el posible aumento del riesgo de ductus arterioso en niños con síndrome de distrés respiratorio cuando se administra antes del alumbramiento.
    • Lactancia: La furosemida se excreta con la leche materna. Se desconocen los posibles consecuencias para el lactante, pero ante el riesgo de reacciones adversas y graves y debido a que los diuréticos pueden inhibir la lactancia materna, se recomienda evitar su utilización o suspender la lactancia materna.
    • Niños: Se aconseja extremar las precauciones y evitar la utilización de dosis superiores a las recomendadas (2 mg/kg/ 24 horas p.o.; 1 mg/kg/24 horas i.v.), debido a que podrían aparecer fenómenos de ototoxicidad en los neonatos. Por otra parte se debe tener en cuenta que en niños prematuros con distrés respiratorio, la utilización de furosemida durante las primeras semanas de vida se ha asociado con la persistencia del ductus arterioso.
      Además, la furosemida se ha asociado con la formación de cálculos renales en niños pequeños en los que empleó para disminuir el edema asociado a ductus arterioso o a distrés respiratorio. Estos cálculos suelen desaparecer al tratar al niño con diuréticos tiazídicos.
    • Ancianos: Los ancianos son especialmente susceptibles a las reacciones adversas de los diuréticos, especialmente a la predisposición al desequilibrio hidroelectrolítico y a la hipotensión. Se recomienda extremar las precauciones en estos pacientes y no emplearlos durante largos períodos de tiempo.
  • Efectos secundarios y reacciones adversas:
    • Efectos sobre la conducción: La furosemida puede dar lugar a hipotensión y somnolencia, especialmente al inicio del tratamiento o al modificar la dosificación. Podría afectar sustancialmente a la capacidad para conducir y/o manejar maquinaria. Los pacientes deberán evitar manejar maquinaria peligrosa, incluyendo automóviles, hasta que tengan la certeza razonable de que el tratamiento farmacológico no les afecta de forma adversa.
    • Los efectos secundarios de la furosemida son dosis-dependientes, y la consecuencia natural su propia actividad farmacológica. Las cifras de suspensión del tratamiento rondan el 3,4% (insuficiencia renal). Se han descrito las siguientes reacciones adversas.
    • Digestivas. Náuseas, vómitos, anorexia, diarrea, dispepsia, estreñimiento, calambres abdominales o sequedad de boca. En casos puntuales se ha descrito pancreatitis aguda. Especialmente al utilizar dosis parenterales elevadas. Se han comunicado casos de trastornos del gusto, aunque no se ha establecido una relación de causalidad.
    • Hepáticas. En casos aislados se puede desarrollar ictericia, colestasis o incremento de los valores de transaminasas. Se ha desarrollado encefalopatía hepática en pacientes con cirrosis o ascitis como consecuencia de los desequilibrios electrolíticas.
    • Cardiovascular. La hipovolemia intensa puede dar lugar a fenómenos de hipotensión e hipotensión ortostática. En casos extremos puede aparecer trombosis y embolia como consecuencia de la hemoconcentración. En ocasiones se han descrito vasculitis necrotizante de origen alérgico. En niños prematuros se ha observado ductus arteriosos patente cuando se administra en las primeras semanas de vida.
    • Neurológicas/psicológicas. Raramente aparece vértigo, mareo, cefalea parestesia, obnubilación leve o somnolencia, como consecuencia de la hipotensión.
    • Genitourinarias. La disminución de la volemia puede lugar a insuficiencia renal transitoria. Se han observado nefritis intersticial en raras ocasiones. En niños prematuros, podría aparecer cálculos renales.
    • Alérgicas/dermatológicas. Ocasionalmente se pueden producir púrpura, reacciones de fotosensibilidad, erupciones exantematicas o prurito. Se han notificado casos de anafilaxia, con urticaria, angioedema e hipotensión, sobre todo en caso de administración parenteral. Hay comunicaciones de un cuadro de pustulosis exantemática aguda y generalizada producido probablemente por furosemida.
    • Osteomusculares. Espasmo muscular.
    • Oftalmológicas. Visión borrosa y xantopsia.
    • Auditivas. Se han descrito casos de ototoxicidad, con tinnitus, trastornos acústicos transitorios o permanentes y sordera, de naturaleza transitoria, en especial en pacientes tratados con altas dosis, por vía parenteral rápida, pacientes con insuficiencia renal o con hipoproteinemia como el síndrome nefrótico.
    • Metabólicas. Se han comunicado casos de hiperuricemia, que raramente pueden desencadenar gota. También hiperglucemia, hipercolesterolemia con incremento del colesterol LDL y VLDL, hipertrigliceridemia, incremento de los valores de nitrogeno ureico transitorio e incremento de los valores de creatinina sérica.
    • Hidroelectrolíticas. Debido a los efectos diuréticos de la furosemida, puede aparecer hipovolemia, hipomagnesemia, hipocloremia y alcalosis metabólicas hipoclorémica. En orina en normal que aparezca hipercalciuria. Estos desequilibrios son más normales en caso de dosis elevadas, cirrosis hepática o pacientes con restricciones de sodio. Estos cuadros pueden cursar con manifestaciones como polidipsia, deshidratación, confusión, miastenia, calambres musculares, tetania (muy raramente) o arritmia cardiaca.
    • Hematológicas. Se ha descrito anemia, anemia hemolítica, leucopenia, neutropenia o trombopenia. Más raramente eosinofilia, agranulocitosis, anemia aplásica y depresión medular. En caso de depresión medular debe suspenderse el tratamiento.
    • Generales. Fiebre, astenia, exceso de sudoración.
  • Condiciones especiales de conservación: conservar en un lugar fresco y seco.
  • Nombre comercial:
    • Furosemida EFG
      • 40 mg 10 comp. TLD. R
      • 40 mg 30 comp.TLD. R
      • 250 mg 4 ampollas 25 ml. R
      • 20 mg 5 Ampollas 2 ml. R
      • 20 mg 100 ampollas 2ml. R. EC
      • 250 mg 4 viales 25 ml. R. H.external image images?q=tbn:ANd9GcT_b1URTaf_AwSfYXpMTvf-ecvGHA5tM0OjSTR_Cx4aKA4b92jD_dpRn6g
      • 250 mg 50 viales 25 ml.R. H. EC
      • 20 mg 100 ampollas 2 ml R H. EC
    • Seguril
      • 40 mg 10 compr. Rexternal image seguril.gif
      • 40 mg 30 compr. R
      • 250 mg 4 ampollas 25ml. R
      • 20 mg 5 ampollas 2 ml. R
  • Condiciones de dispensación: Con receta médica.